VIOLENCIA CERO

VIOLENCIA CERO
VIOLENCIA CERO. ES MI COMPROMISO DIARIO

lunes, 16 de mayo de 2011

Pensamientos compartidos

..."Me quedo en la Argentina, igual que vos.
   Me aguanto siete días, igual que vos.
  Aunque no entiendo cómo hinchas por esa murga, yo soy igual que vos.
...Sos mi adversario, mi rival, no mi enemigo...
...Sufro a tu lado, reí conmigo... . Soy tu adversario, tu rival, no tu enemigo"... Ignacio Copani.

Eso siento yo. Igual que vos. No somos enemigos. Somos adversarios. ¿Por qué todo es tan determinante? ¿Por qué no podemos "disociarnos", mirar con perspectiva?

Nada es tan determinante, sólo la muerte. Ella nos deja sin palabras, sin cantos, sin nada. Sólo somos alma.
Entonces, ¿por qué enunciamos con tanta vehemencia? Pensándolo bien, vehemencia, no es una mala palabra para enunciar. Claro, según qué. La pregunta sería: ¿por qué lo hacemos con tanto odio?

¿Por qué odiamos? Odiar al otro, es un sentimiento tan intenso, como amarlo.

¿Qué país queremos? Uno plagado de amores y de odios. O un país inmerso en los "sin embargo". En un lugar donde los que pensamos somos muchos.

El odio sin sustento, el odiar por odiar, no nos lleva a otro lugar, que seguir "sosteniendo" a esa persona que odiamos. La "sostenemos" para que se mantenga en el lugar que estar, sin correrla ni un poquitito. O sea, nuestro odio, sólo sirve para ponernos mal a nosotros. Al otro ni lo mueve.

Si en cambio, reflexionamos, las cosas que están bien las aplaudimos, las que están mal, las criticamos. Lo hacemos con una postura constructiva. No con la "bronca" que nos produce alguien que nos cae mal. Eso no sirve en el ámbito político. Debemos ser maduros, como lo somos en muchos ámbitos de nuestra vida.

La política es sublime. Mucho de lo que hacemos, toca la política. Aunque la repudiemos. Estamos plagados de ella. Esta palabra, bien entendida, nos nutre nuestra vida de oportunidades.
Los políticos, bien intencionados, son los que están con la gente, para la gente y no cambian el rumbo de estar "codo a codo", tengan el puesto que sea.
La política, los políticos no tenemos que olvidar jamás nuestro lugar, al servicio del otro.
Para el bien común, para la calidad de vida, para el pueblo.

Cuando veo una nenita que me estira los brazos y la alzo, en ella siento todos los abrazos que puedo dar.

No nos podemos quedar tranquilos, sabiendo que, cada tres de nosotros hay un pobre. No podemos bajar los brazos, cuando sabemos que uno de cada tres días, matan a una mujer por la violencia de género. Cuando la mafia de la trata de personas, secuestran a adolescentes, niñas para prostituirlas. Cuando sabemos que la igualdad de oportunidades, todavía no existe.
Aunque se hizo mucho, faltan cosas por hacer.

No entiendo la política de otra manera. Jamás pensé que era para hacer dinero. Todo lo contrario, no me alcanza para dar todo lo que quisiera dar.

..."los mismos monstruos que devoran tu esperanza y  te devoran a vos"... Copani.

No dejemos que nos roben nada más. Pero, debemos poner los dos. Las dos partes. La vehemencia para defendernos. El odio dejalo ir. No sirve para nada.

Mi compromiso es diario. Cada mañana renuevo mis fuerzas, mi espíritu para dar un poco más por la Argentina! Por nosotros. Por nuestros hijos.

No permitamos que nadie nos quite nada más. Argentina merece ser más grande!

No hay comentarios:

Publicar un comentario