VIOLENCIA CERO

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VIOLENCIA CERO. ES MI COMPROMISO DIARIO

miércoles, 23 de febrero de 2011

Conurbano bonaerense - Tierra de Nadie.

El conurbano tiene particularidades, sinsabores, miedos, culpas, soledades, hacinamientos, predios abandonados, ventajas, desventajas, contaminación, pulmones con aire libre, anhelos compartidos, vidas acribilladas, adolescentes vulnerados, niñas desprotegidas, asentamientos, casonas, esperanzas desiguales, esperanzas compartidas, esperanzas aniquiladas.
Entre algunos, sin sentir que tienen futuro, promulgan el lema "matar o morir". Entre otros, que la inseguridad los paraliza, los harta, promulgan el lema "rastrillar los asentamientos", "hay que matarlos desde chiquitos".
Entre unos y otros, la brecha es tan ancha que, apenas se vislumbran los bordes.
Alejados de las Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el conurbano soñaba con ser el lugar, apacible, con mucho sol, pocos edificios, aire puro, donde refugiarse después de un día agotador de trabajo y viaje.
Ahora, es una zona, donde viven millones de personas, un crisol de razas, de todas las provincias, de países vecinos. Un sector, en el cual, lo peor de la República se potencia. Pobreza, prostitución infantil, violencia de género, entre varios flagelos más. Parecería que ese cordón, al que llegaron los primeros pobladores, para asegurar la paz, el aire limpio y las buenas costumbres; pasó a ser el mal ejemplo del país. Lo peor ocurre en esta tierra maltratada, pisoteada y vencida.
Es una lucha diaria, entre los políticos que lo conducen y un virus maligno que lo destroza todo. Más asfalto, más cloacas, más luminarias; más muertes, más accidentes de tránsito, más desprotección.
¿No es hora de hacer una campaña para volver a hablar de valores, derechos, comunidad?
"Mis derechos terminan donde empiezan los de los demás".
"La libertad es el derecho de hacer lo que no perjudique a los demás".
Es cierto que existe la brutalidad de la inseguridad, las mujeres quemadas por sus parejas, los niños abusados. Esos temas merecen un tratamiento especial, con interacción de todos: gobiernos locales, instituciones intermedias, ciudadanía. En los gobiernos, seguridad, derechos humanos, salud, medio ambiente, políticas sociales, entidades y cultura. No concibo la gobernabilidad sin la interacción de los distintos sectores involucrados.
Más allá de estas desgracias, debemos concientizar, reflotar, volver a decir, cuáles son nuestros valores.
Nuestros valores como país.

Norah Jones & Keith Richards - Love Hurts


Una perla!

viernes, 18 de febrero de 2011

Un hueco

El crepúsculo codiciado de la vanidad callejera. El inicio apagado del humo enfrascado en el deseo. La invasión enfermiza de la soledad encapsulada en una lágrima. El rubor adormecido. La ilusión muerta en el frasco de mermelada de ciruelas. La fragancia dulce de la espera inútil. La compasión maldita del amor incomprendido. El sabor horrible del beso jamás repetido. La condición destruida de una persona marcada por el destino. El encarecido ruego, pedido con gritos malditos incorporados, sin razón, valedera, sin más que una súplica en silencio, una sensación marcada en el estómago, doliente. Jamás manifestada. 
El perdón debería susurrarlo en el oído de ella, suave, tenue, enloquecido. La fascinación había caído en desgracia, como la misma huella después de la lluvia de agosto. La mágica manifestación del agujero hueco acabado de una vida en desprestigio. Las lunas contadas, noche a noche, buscando en ellas compañía. La luna llena. La luna vacía. El vacío de la luna. Vacío como ser. Ser sin mí.
El encantado espacio abierto de un camino sin viento. Sin árboles. Sin senderos. La capacidad verdadera de estar y no tenerte. El buscar dentro de lo cotidiano la única salvación: la rutina. Rutina. Estructura. Palabras contenedoras, salvadoras. Escapes elaborados de malas profesiones. La profesión de no sufrir. No sentir. No extrañar. Embarullarse en los encierros mágicos de lo cotidiano dibujado con comillas, paréntesis, salvedades de las almas enrojecidas, entristecidas, descapotadas, a la intemperie. Sin cobijo.
Cada tanto un cuento.
Más allá un entierro.
Más acá un desencuentro.
Acá una desilusión en vano, un por qué si, un por qué no, un no sé qué hacer, un maldito seas. Maldito, mil veces, maldito.
Amor reverendo, incapacidad para liberarse, para dejar fluir, para olvidar, para dejar de sentir, para que nada tenga que parecerse al estilo. Estilo lógico de la invasión terrestre de las miserias sepultadas entre las sábanas limpias de un amor podrido. Maloliente. Ensartado en una espada de color naranja, un plástico roto por la falsa felicidad.
Las frases incompletas, las barbaridades dichas, los insultos punzantes y difusos. La ansiedad golpeada con los puños y las palmas de los laureles entumecidos. La albahaca marchita, apoyada sobre el balcón, acompañaba al rosal comido por los caracoles. Ella, miraba sin ver, la incapacidad de no olvidar. La imposibilidad de quedarse sola. Muda.
¿Por qué no supo parar un instante antes?
Un sonido hueco.
Un silencio.

domingo, 13 de febrero de 2011

Estoy enamorado - Thalia feat Pedro Capo


¡Feliz San Valentín! Para todos los que mañana, tienen a quién recordarles su amor... Para todos los que no lo tenemos... Recordemos el estado maravilloso de estar enamorado... Apostemos, que muy pronto, aparecerá... Y, a lo mejor, resulté otro profundo amor... El amor nos salva. El amor nos protege. El amor es la vida.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Esperando a Godot

El lunes fui a escuchar a Patricio Contreras, actor, visitó Esteban Echeverría. Una charla muy amena, contando sus aventuras como actor. Entre otras obras citó a "Esperando a Godot", la resumió diciendo: "el hombre siempre espera". "Esperamos la muerte, el éxito, jubilarnos, el amor... Mientras tanto hacemos cosas, como trabajar, estudiar, escribir"...

¿El hombre siempre espera?
A mi me hizo "ruido" el tema.
¿Sólo se trata de esperar? Si las cosas que esperamos, descontando la muerte, no llegan. Estuvimos esperando en vano.
Deepak Choppra, cuenta, en su libro "Las siete leyes espirituales del éxito", sobre lo importante que es el "desapego al resultado". Desear algo, declararlo al Universo y desapegarse. El dice, que si nuestro deseo, es bueno para nosotros y nuestro entorno; el Universo se pone en marcha para conseguirlo.
¿Sería este un caso de no esperar?

Mientras, transcurrimos el día a día, con las vivencias cotidianas, existimos, estamos, nos involucramos o nos dejamos llevar por el viento. ¿Esperamos?
Más lo pienso, más preguntas, surgen.

Ayer, hablaba con una amiga, y le decía, está es la vida. Es hoy. Ahora. Irrepetible. No se puede rebobinar.
Estoy en una etapa, en la cual quisiera, agarrarme fuerte con las dos manos, sentir que estoy viva, aquí y ahora. Sin esperar. Con desapego. Con ilusión y fe. Sin apuro. Sin impaciencia. Con alegría.

Imagino lo que están pensando. Imposible estar bien... Con las cosas que nos pasan...
¿Si, cada uno, atrae lo que piensa? ¿No estaría bueno que empecemos todos a pensar en positivo?
Sería como una oleada de "buena energía". Un derroche de oración bien intencionada.
Es una propuesta. A lo mejor, de a uno, cambiamos el ritmo de los días. ¿Es una utopía?