VIOLENCIA CERO

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VIOLENCIA CERO. ES MI COMPROMISO DIARIO

domingo, 13 de marzo de 2011

HUECOS

El crepúsculo codiciado de la vanidad callejera. El inicio apagado del humo enfrascado en el deseo.
La invasión enfermiza de la soledad encapsulada en una lágrima. El rubor adormecido.
La ilusión muerta en el frasco de mermelada de ciruelas. La fragancia dulce de la espera inútil.
La compasión maldita del amor incomprendido. El sabor horrible del beso jamás repetido.
La condición destruida de una persona marcada por el destino.
El encarecido ruego, pedido a gritos, sin más que una súplica en silencio, una sensación marcada en el estómago, doliente. Jamás manifestada. 
El perdón debería susurrarlo en el oído de ella, suave, tenue, enloquecido.
La fascinación había caído en desgracia, como la misma huella después de la lluvia de agosto.
La mágica manifestación del agujero hueco acabado de una vida en desprestigio.
Las lunas contadas, noche a noche, buscando en ellas compañía.
La luna llena.
La luna vacía.
El vacío de la luna. Vacío como ser. Ser sin mí.

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