VIOLENCIA CERO

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VIOLENCIA CERO. ES MI COMPROMISO DIARIO

lunes, 18 de agosto de 2014

Viajar abre el alma. En la foto estoy leyendo los mapas, alternativas de subte y tren. Mi espíritu necesita la aventura de conocer. Por suerte, me di el lujo de ir a Europa. Madrid y París. Me falta mucho por recorrer. No puedo no hacerlo. Solo podemos hacer algo, cuando nos animamos. Muchas veces, nos quedamos con las ganas, solo por falta de decisión. Es mas fácil hacer siempre lo mismo. Es mucho mas descansado no arriesgar nada, ¿eso nos hace feliz? ¿Cuántas veces la comodidad nos gana?
Nos pasamos mucho tiempo diciendo, si tuviera... Si encontrara... Si pudiera... Cuando eso ocurre o la oportunidad se nos presenta, nos hacemos los distraídos para no tener que tomar la decisión.
Aprendemos con angustias los caminos equivocados, pero retrocedemos ante el camino nuevo. Vivimos vidas que andan en caminos mecanizados, como las escaleras mecánicas, nos llevan confortablemente, pero ¿vamos adónde queremos?
"Tengo ganas de hacer, pero muchas veces, prefiero quedarme quieta. Cuando mi vida cambia, radicalmente, como ahora, me encuentro perdida, quisiera volver para atrás. Y, si pienso, lo anterior no era lo que quería". ¿Entonces?
No podemos perder nuevas alternativas para seguir caminando sin caminar.
Atreverse, ¿solo basta eso? Muchas son las trabas que nos ponemos, estamos inmersos en excusas y quejas, pero cuando esas cuestiones se revierten, solo nos sumergimos en mas excusas, en dolores y en parálisis mental para no desviarnos de los caminos mecánicos que nos llevan sin pensar.
Tener momentos libres, nos mata. Queremos rellenar el día de actividades, lugares comunes y poco de lo que nos haga pensar. El ocio nos vuelve locos y la quietud nos da urticaria.
¿Alguna vez paraste a pensar? "A mi dejame así".
Un psicoanalista diría "el inconsciente nos determina, no podemos hacer lo que queremos"; un conductista nos ayudaría diciendo "puedes hacerlo, solo depende de vos". Un tarotista nos leería las cartas para saber si es el momento. A mi lo que me queda claro que es válido pedir ayuda, es real que no se puede algunas veces solo. Pero, a pesar de la ayuda, del conocimiento o de lo que fuera, no lo hacemos de igual manera. Preferimos el estar un poco "dormidos" y seguir echando culpas a los gobiernos, la situación mundial, el peso del dólar o la evolución de la ciencia. La cuestión es no movernos más allá del límite conocido. No sea cosa que seamos mas felices. Claro, eso implica arriesgar. Y el que arriesga tiene la oportunidad de ganar pero implica que también puede perder. Entonces, no movamos las fichas, sigamos andando en caminos mecanizados, donde el perder está asegurado pero, entre nosotros, es un perder conocido. Y eso, sin dudas, alivia.
Empecé escribiendo "viajar abre el alma". Termino escribiendo, no arriesgar, deja al alma quieta, guardada para que no se mueva, solamente, perdemos nuestra esencia.

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